"Impulso, impulso, impulso,
siempre el impulso generador del mundo.
De la penumbra surgen iguales elementos contrarios, siempre la
sustancia y el crecimiento, siempre el sexo,
siempre un tejido de identidades, siempre lo diferente, siempre la
vida que se engendra"
( WALT WHITMAN )
La vida nos regala una urdimbre y nosotros vamos entretejiendo nuestra propia trama, el resultado final nunca se conoce hasta que el trabajo está terminado.
Me engendraron en un útero amplio.
Fui creciendo entre remiendos, entre diversos tipos de hilos, desde los gruesos hilos para las redes de pescar, hasta el frágil hilo para hilvanar, pasando por husos y lanas de ovejas, aprovechando cualquier tipo de tejido para crear una nueva prenda útil.
Así que poco mérito tiene lo que ahora tejo, solo pongo tesón y paciencia.
En el colegio aprendí a hacer vainicas y con ellas he entretejido infinidad de cortinas, paños, toallas. Algunas permanecen en esta casa, otras han viajado en forma de regalos.
Una de mis pacientes me regaló el encaje de frivolité de la puntilla exterior
Después aprendí a hacer ganchillo de manos de mi madre, desde entonces han pasado por mis manos, jerséis, canastillas para bebes y un largo eccetera.
La foto tiene unos cuantos años, está hecha con un teléfono móvil
de muy baja calidad, se la hice a mi hermana Julia para que viese la cortina terminada.
Ahora la tengo retirada hacia un lado por los perros
En Alicante, de la mano de una amiga suiza-Odile-, mientras hablábamos de su enfermedad y cómo le podría ayudar en el último momento de su vida, me enseño a bordar cuadros de punto gobelino. Los que permanecen aquí, están en el techo de una de las librerías, están bordados sobre lienzos ya pintados de algunas obras conocidas.El bordado es de 2x2 y algodón mate, aunque yo puse de mi cosecha el perlé de las zonas con mas luz para darles intensidad.
Aquí me veis, hace ya unos años, bordando el cuadro que aparece en mi entrada, es petit point.
Esto ya empieza a tener mérito porque no hay nada pintado. Partes de una arpillera y un papel que te va indicando los colores de los hilos que tienes que poner, se mezclan hilos de lana con hilos de algodón y para darle unos puntos de luminosidad seda brillante. La complicación del petit poit es que tienes que bordar hilo 1x1 y en diagonal, sino todo se va al traste.
Fijaos en la aprendiz que tengo a mi lado- Siva- una perra rottwailer, en teoría catalogada como peligrosa pero era una santa, y la mejor portera del mundo, paraba los chutes del balón que Ignacio le lanzaba mejor que Valdés, Casillas o Reina
Con esa misma técnica bordé este cuadro a mi madre cuando cumplió 90 años, la dedicatoria está escrita detrás del cuadro y cada vez que la leo me emociono.
Para mí, mi madre está representada en este bordado.
Cuando ella murió mi hermana Charo, me mandó el cuadro para que yo lo conservara, está en la cabecera de mi cama, así todos los días la veo.
También he bordado punto de cruz, durante mucho tiempo.
Durante las guardias de noche, en los diferentes hospitales por dónde he pasado, cuando no había trabajo, cada uno se entretenía en lo que mas le gustaba, hay quien leía- pero a mi me daba sueño-, lo que me espabilaba era tener algo entre las manos cálido, que me espabilara de ese sopor de las cuatro de la mañana y no caer por kao. Tampoco está pintado, se parte de una arpillera gris y se va haciendo el bordado con un patrón de papel que indica los cuadros para rellenar.
Representa un Ángel de invierno y lo mas difícil de bordar el manguito que cubre las manos, es de lana de alpaca.
Este se lo bordé a Joan, mi amiga del alma, para su cumpleaños creo que en el 1994, cumplirá años de nuevo este domingo día 24.
Cuando tenía 23 años, en un viaje que hice por Galicia, vi en Santiago de Compostela una tienda con unos encajes preciosos, entré a preguntar y allí me enteré que había un pueblo -Camariñas-, donde se trabajaba esa maravilla.
Y allí que me fui, conocí a Teresiña, palilleira de toda la vida, que estaba haciendo un curso para enseñar a las niñas del pueblo, directamente me quedé todas las vacaciones a su lado aprendiendo. Los trabajos que aún conservo no los enseño porque me dan vergüenza. Fui a ver a Teresiña hace dos años, no llegué a tiempo, había fallecido hacía tres meses, pude ver y hablar con una sobrina suya.
Siempre me quedaron las ganas de retomar el encaje de bolillos, pero hasta hace tres años no ha sido posible.
Empecé a aprender con las amas de casa de Beniarres- el pueblo de al lado- de la mano de Maruja. Comencé con puntillas que combinadas con vainicas y poniendo los cartones encajados adecuadamente podía realizar conjuntos como el que veis en la foto. Como estos he hecho unos cuantos que han viajado a lo largo y ancho de éste mundo.
Tengo que decir que en la actualidad, hacer bolillos representa para mí un ejercicio de meditación, me aísla de todo y de todos, para centrarme en su totalidad en lo que hago.
La puntilla que veréis ahora, aparentemente estrecha, sencilla, tiene su complicación para quien entienda de encaje de bolillos, se mezclan dos dificultades, el punto de "la virgen" y el hilo que es de rayón- se escurre de los bolillos continuamente-. Además he tenido que hacer ocho metros de encaje, bueno en realidad al final han sido trece porque unas amigas han querido la misma puntilla para las alacenas de sus casas y aprovechando la coyuntura he hecho un poco mas de trabajo.
He ido haciendo cada vez cosas de mas embergadura, que por supuesto algunas también han viajado, incluso han saltado el Atlántico, las dos próximas criaturas creadas ya tienen dueñas. Ellas- las dueñas-, son personas muy importantes para mi, me dan soporte cuando las necesito y cuando voy bien me dejan vivir en paz. Me regalan su incondicionalidad, yo les doy las gracias de la forma que sé darlas, con lo que hago, ¡ no penséis mal , qué también les doy las gracias de viva voz !
Este abanico está hecho con hilo del nº 80 y 164 bolillos, es el primero que he hecho sin tutela de nadie. Representa mi independencia. Puedo funcionar en el "asunto bolillero" yo sola.
Aprovechando que tenía montado el cartón del abanico blanco, quería hacer uno negro, pero mi corazón no estaba para color negro, así nació este de color azul- EL AZUL DEL CIELO QUE SOMOS TODOS.
Ahora estoy embarcada en esto que aquí veis, un chal de rayón en blanco roto con 224 bolillos.
Como podeis comprobar solo he montado una tercera parte y fijaos la cantidad de bolillos que llevo.
¡Ah otra cosa, todas las almohadillas, soportes y bolsas para transportar están hechas con la ayuda de Sara y la que suscribe el reportaje! También los pañitos para separar los bolillos y cubrir el trabajo para que no se ensucien.
Para terminar os mostraré dos mantas hechas de ganchillo tradicional pero con montaje de técnica "patchwork".
Los hilos de estas dos creaciones los he recuperado de una trapería cercana, son desechos de fábricas de hilados que han quebrado, iban a ser pasto de las cuchillas para hacer rellenos.
Utilizando lo que ya se sabe con un poco de imaginación ¡ voilà !
Espero que esta pequeña muestra de lo que voy haciendo en mi vida con mi herencia genética y mi capacidad creativa os haya gustado.
Y ahora os pido que entréis en un nuevo blog que he puesto en mis seguidores Los Cucos, es una persona que intenta salir adelante con un proyecto de ropa para bebes, todo es cosido artesanalmente, se pueden elegir las telas y los artículos que se ofrecen y los cosen individualmente.
Las telas son de importación, totalmente libres de alérgenos, suaves y de una calidez superior. Gracias.